Guiamos a los varones a reconocer la única fuente de la hombría, Jesucristo, porque “la hombría y la semejanza a Cristo son sinónimos”.

Respondemos al mandato divino de compartir con el que padece necesidad. La compasión y ayuda al prójimo están en el corazón de IPD.

Jóvenes que buscan y aman a Dios con todo su corazón, y anhelan crecer espiritualmente para ser un testimonio vivo para la sociedad actual.

Proyectan una actitud alegre, confiable y acogedora. Dedicados a labores de servicio y el cuidado de los hermanos durante las reuniones.

Nuestra meta es trabajar y apoyar, en la medida de lo posible, las necesidades de las mujeres de nuestra iglesia.

Glorificamos a Dios en alabanza, coronando a Jesucristo en respuesta a lo que Él ha hecho por nosotros.

Fuimos escogidos para alcanzar y tocar el corazón de los niños. Dios nos ha llamado y capacitado para amarles, instruirles y equiparles.

Oramos basados en La Palabra de Dios. Oramos al Padre, en el nombre de Jesús y buscamos la guía del Espíritu Santo.